Resfriados prolongados, frecuentes y de difícil tratamiento, aquellos que no han respondido a tratamiento.
Influenza, infecciones de anginas, crecimiento excesivo de anginas.
Amigdalitis crónica y aguda, trastornos de la voz, lenguaje, alteraciones de la deglución, dificultad para tragar, perdida de la voz, ronquera, falta de aire, dificultad para respirar.
Crecimientos tumorales de cuello.
Cáncer de garganta, boca, labios, lengua, Mejillas.